Qué mejor carta de Navidad que expresaros mis deseos de mejora, de recuperación de la salud, entendiendo la salud como concepto global, ¿Salud Mental? ¿Salud Física?¿Salud Psicosocial? Si partimos de la concepción del ser humano como unidad no se entienden estas distinciones y menos si provocan discriminación y rechazo social. Hablamos por tanto de salud y de recuperación.
La recuperación consiste en aceptar lo sucedido y continuar viviendo. Instalarte en la queja o en el victimismo no te ayudará a ser más feliz, ni a mejorar o crecer como persona. Puede que, en principio, la queja, te resulte útil como modo de expresar tu necesidad de ayuda; también puede ser eficaz para conseguir que los demás te presten atención, mas, pasado un cierto tiempo, sentirás que esas personas (amigos, pareja, familiares, compañeros de estudios o de trabajo) ya no te escuchan de la misma forma, o ni siquiera te cogen el teléfono o responden a tus mensajes de Facebook o WhatsApp… ¿Lógico? ¿Justo? ¿Humano?… Normal, puede que se hayan cansado de intentar ayudarte sin éxito.
Por tanto, si verdaderamente te quieres recuperar, quieres volver a ser quien eras, a mostrar tu verdadero yo, coge las riendas de tu vida. Ningún capitán de barco deja que otros capitanes manejen su nave… ¿De qué serviría entonces su cargo? ¿Cuáles serían sus funciones? ¿Cuáles serían sus responsabilidades? Uno puede pedir ayuda y con humildad e inteligencia abrir su mente a nuevas formas de ver e interpretar lo sucedido, a encontrar puertas o vías de salida o solución, pero esto no significa sumisión, ni adoptar una actitud pasiva o de inferioridad respecto a esa persona que te aconseja o te intenta orientar desde un sillón profesional o desde el sofá, en la casa del amigo.
La recuperación consiste en dejar de darle vueltas a tu existencia y con la mirada al frente y el ombligo fuera, vivir y dejar vivir. Pensar que eres un «mierdecilla» o el «último mono» de tu trabajo, de tu familia o de tu grupo de amigos no te hace sentir bien, ¿Entonces por qué continuar dándole vueltas? La recuperación consiste, a veces, en asomarse a la ventana y hacer varios cortes de manga. El poder de cambiar reside en tu interior y por eso es tan importante que afrontes lo sucedido, que te hagas responsable de continuar con tu vida, a pesar del dolor o del trauma vivido. La recuperación pasa por el empoderamiento.
Tampoco vemos a ningún capitán abandonar su nave para manejar las de otros compañeros de viaje… Es lógico y tiene sentido, ‘que cada palo sostenga su vela’ y resista o gestione los envites del viento o de las tormentas, y con esto no quiero decir que no haya que cooperar, claro que hay que cooperar, pero sin abandonar tu nave, sin perder tu norte, sin descuidar tu esencia, teniendo claros los límites de quién eres y hasta dónde quieres llegar, dejando definidos los límites a los demás, hasta dónde les vas a permitir participar o intervenir o acompañar. La recuperación pasa por el empoderamiento y la participación social.
Abre la ventana, mira hacia el cielo y respira. Con calma, con amor hacia todo eso que tú eres, todo eso por lo que tanto has luchado, todo tiene sentido, el sentido que tú le has ido dando a cada paso. Ninguna vida está escrita, la tuya tampoco, coge la pluma y continúa escribiéndola tu.
Os deseo de corazón unas felices fiestas y un año nuevo pleno de vida, pleno de ilusiones y proyectos, lleno de sonrisas, de besos, de abrazos, de miradas cómplices, acompañados de pocos, pero buenos amigos, de esos que te miman y te cuidan aunque no lo pidas; un año nuevo en el que aportes tu granito de arena, en el que te hagas cargo de tu soledad y de que los demás también necesitan de ti, en el que seques algunas de sus lágrimas y avives algunas de sus sonrisas… vive con fuerza este nuevo año.
Mª Nieves Martínez Hidalgo
Psicóloga Clínica / Psicoterapeuta Acreditada – https://nievesmhidalgo.com