Por Ana Isabel Montalbán, psicóloga y activista en salud mental de Fundación SOYCOMOTÚ
La Navidad, con sus luces, encuentros familiares y tradiciones, es una época maravillosa para algunos, pero también una fuente de estrés y malestar para otros. Según la Organización mundial de la salud, el 40% de las personas experimentan unos niveles de estrés altos en diciembre a causa de las fiestas y la presión social, económica y emocional de estas fechas tan señaladas.
A algunas personas no les atrae para nada la Navidad por distintos motivos. Uno de ellos es el estrés y ansiedad ya mencionados. Otro es que hay presión por reunirse con personas que no son totalmente de nuestro agrado, como esos familiares críticos por los que no sentimos especial aprecio, por no hablar de las cenas y comidas de empresa. Además, otras personas tienen el pensamiento de que la época de la Navidad es un tiempo materialista y de consumismo.
Al igual que para muchas personas este periodo es una oportunidad para reconectar con la familia o amistades y compartir momentos, para otras muchas personas solo supone un desafío emocional lleno de expectativas. De esto último, puede derivar cierta ansiedad social, caracterizada por el miedo intenso a interactuar en contextos sociales, teniendo asociados los temores de ser juzgado o no estar a la altura. Así, durante las fiestas este sentimiento se puede intensificar debido a la cantidad de compromisos sociales que surgen.
10 consejos para sobrevivir a las fiestas navideñas:
- Prioriza lo esencial: Identifica tus prioridades y decide qué eventos son realmente significativos para ti. Decir no a alguna invitación no implica ser menos sociable o amable, incluso puede ser un acto de autocuidado necesario. Reflexiona sobre qué es lo más importante para ti en esta época del año. Enfócate en ti y en reservar unos minutos al día para aquello que te relaja, como leer, dar un paseo o meditar.
- Planifica sin sobrecargas: Planifica con antelación los días que consideras que serán más complicados. Los días que sabes que serán un reto, organiza tu día de manera que tengas tiempo para relajarte antes y después del evento.
- Expresa tus sentimientos y experiencias: Expresar tus sentimientos, como la nostalgia al pensar en las personas que ya no están, puede aliviar la carga emocional y ayudarte a encontrar apoyo en tu círculo de confianza. Además, poner en palabras aquello que te inquieta puede ayudarte a identificar qué es en concreto lo que te genera mayor ansiedad.
- Cambia tu forma de pensar: Intenta cambiar el estilo de pensamiento vinculado a un evento, por ejemplo si se piensa que va a ser una navidad aburrida y estresante ya estamos predispuestos a que suceda tal como lo pensamos, esto sería un ejemplo de profecía autocumplida.
- No te estreses con los regalos: es importante organizar y pensar con tiempo los regalos que harás pero ten en cuenta que no debe ser un regalo maravilloso, muchas veces basta con la intención y el cariño que le ponemos a la hora de pensar en esa persona y sus gustos. No te sientas obligado a comprar objetos materiales, también se puede regalar tiempo, algo hecho a mano, una experiencia, etc.
- Acude a las reuniones con un prisma positivo: A pesar de ir con cierta resignación a las cenas o comidas familiares, acudimos a ellas y tenemos que intentar pasar un rato agradable. Hay que esforzarse para que no se note mucho el descontento y hacer lo que indicábamos en el punto 4, intentar ver el lado positivo a esa reunión afrontándola con una mejor actitud.
- Organiza tu tiempo: Si te encargas de preparar la comida o cena de Navidad, piensa en el menú con tiempo y haz las compras con antelación, de esta forma ahorrarás tiempo, prisas y agobios.
- Ignora comentarios que no aportan nada: Para evitar conflictos con aquellos familiares o personas que no te llevas bien, lo mejor es no seguir la corriente, ignorar sus comentarios y no dedicarles ni un segundo de tu valioso tiempo. Ignorando lo que no te gusta, puedes centrarte en lo que sí y en aquellas personas a quienes sí quieres y aprecias.
- No te aísles de los demás: lo mejor es rodearte de aquellos a quienes quieres y aprecias.
- Intenta siempre disfrutar de la Navidad: busca ratos para relajarte y desconectar, disfrutar de tus aficiones y cultivar tus intereses.
Por último, mencionar que es habitual hacer un balance del año durante estas fechas, coincidiendo con el final del año. Se valoran los logros, los objetivos no alcanzados, los que sí, las pérdidas, los nacimientos y los cambios en general. En este sentido, podemos caer en la trampa de fijarnos más en las cosas negativas que en las positivas, así que hay que hacer un esfuerzo en recordar todo aquello positivo que han tenido estos 365 días, con la intención de sacar un aprendizaje hasta de las experiencias menos positivas. Es momento también de pensar en nuevos propósitos para el año nuevo, no hay que dejar de cambiar y crecer como personas.
Muchas gracias Beatriz por tus palabras!! Un abrazo enorme
Muchísimas gracias Nieves.
El punto 8 me ha sido muy importante.
También los otros consejos son muy necesarios a tener en cuenta. A mi me ayuda pensar en mi hijo y en qué es algo temporal.
Gracias por tu labor diaria que es muy necesaria, interesante e importante de saber y de aplicar en nuestra vida