Quien posee una buena inteligencia emocional es capaz de:
- Comprenderse a nivel emocional, tiene capacidad para expresar y comunicar sus sentimientos y necesidades y defender sus derechos de una manera asertiva. Se respeta y se acepta. Conoce y es consciente de sus potencialidades. Se muestra capaz de auto-controlar y dirigir sus pensamientos y sus acciones para sentirse libre y emocionalmente independiente.
- Escuchar, comprender y apreciar los sentimientos de los demás. Posee empatía, confía en los demás, es responsable a nivel social, tiene capacidad para ser un miembro constructivo y cooperativo de un grupo y para establecer y mantener relaciones personales y sociales satisfactorias.
- Manejar bien el estrés. La persona que posee un alto cociente de inteligencia emocional tiene capacidad para mantener la tranquilidad y hacer frente a situaciones estresantes sin cometer imprudencias. Su elevado nivel de tolerancia al estrés le hace resistir a sucesos adversos y situaciones frustrantes, ansiógenas o estresantes. Además manifiesta un alto grado de control de impulsos, lo que le conduce a no verse impelido a satisfacerlos de modo inmediato. Es capaz de diferir las gratificaciones.
- Alto nivel de adaptabilidad. Muestra gran capacidad para tratar con los problemas cotidianos. Bueno solucionando problemas. Capaz de identificar, definir, generar y desarrollar posibles soluciones. Capaz de validar sus propias emociones y de discernir entre lo experimentado y lo verdadero. Alto nivel de flexibilidad, es decir, que manifiesta una buena capacidad para ajustarse a las emociones, los pensamientos y las conductas cuando cambian las situaciones y condiciones.
- Buen estado de ánimo general. Muestra optimismo y capacidad para mantener una apariencia positiva. La persona con alto cociente de inteligencia emocional se caracteriza por su alegría, por su capacidad para sentirse satisfecha consigo misma y con los demás. Disfruta del humor. También se caracteriza por su optimismo, por saber mantener una actitud positiva ante la vida.
Las personas que desarrollan su inteligencia emocional viven mejor, son más felices y procuran mayor felicidad y armonía a las personas con las que se relacionan. La vida es un camino por el que al tiempo que transitamos podemos aprender a mejorar nuestra inteligencia emocional. Cada situación complicada, frustrante, conflictiva, es una oportunidad de ampliar nuestros conocimientos, examinar nuestras capacidades y ver la forma de evolucionar de forma constructiva, adquiriendo un mejor auto-conocimiento y respeto personal y potenciando una mayor confianza en los demás y espíritu de cooperación y responsabilidad social.
Mª Nieves Martínez Hidalgo
Psicóloga Clínica / Psicoterapeuta Acreditada – https://nievesmhidalgo.com