Dejemos de demonizar a las madres. Todas la madres fueron, son y serán las mejores madres posibles. Todas tuvieron, tienen y tendrán una historia que les acompaña, una veces, para oprimirlas y coartar su forma de ser y de estar en el mundo, otras, para darles alas y dejarles lograr algunas de sus metas, pero siempre en un contexto socioeconómico y político que delimita el perímetro de sus actuaciones.

Todas las madres tienen una historia propia que contar, una historia que comenzó antes de que que ellas mismas llegaran al mundo, una historia que les marca de por vida por el simple hecho de ser mujeres. Todas las mujeres, madres, trabajadoras, hijas, abuelas hacemos lo posible por complacer, por cuidar, por amar, por dar lo mejor de nosotras mismas, ese es el rol que se nos asignó al nacer. Somos «esclavas», «criadas» al servicio de los hombres autoerigidos en dioses del Olimpo. En ese sentido, es en el que tanto hombres como mujeres deberíamos ser feministas y deconstruir los roles de género.

Es cierto e importante no olvidar que las mujeres lograron y estamos logrando grandes avances: ahora podemos votar, ir a la universidad, tener una cuenta bancaria, salir solas de casa, independizarnos y vivir fuera del domicilio familiar sin habernos unido en matrimonio, etc. Mas, a día de hoy, continuamos siendo oprimidas: a) a nivel familiar (control del peso corporal, de la forma de vestir, de comportarse); b) a nivel institucional (nuestros salarios son más bajos, tenemos ese techo de cristal que nos impide ascender a puestos de mayor poder o responsabilidad, continuamos sin poder conciliar vida familiar y laboral); c) a nivel social, continuamos siendo utilizadas como objeto de consumo rápido (Tinder, Instagram, etc) y, sin embargo, nos sentimos más libres, al pensar que hacemos lo que queremos con nuestros cuerpos, cuando en realidad, siempre deciden «ellos», y, además, contando o sin contar con nuestro consentimiento. Cuando abusan de nosotras, de nuestras madres o de nuestras hijas, nos acosan y/o nos victimizan haciéndonos pasar por culpables, ¿Qué hacen los políticos? ¿Qué hace la justicia? ¿Y la sociedad?

Por eso, hoy, en el día de la madre, nos alejamos de lo políticamente correcto y nos unimos al manifiesto del colectivo Lastesis y quemar el miedo.

Abrir WhatsApp