En los últimos tiempos, las escuelas de padres se han convertido en un buen recurso para promocionar la salud en los hijos. El objetivo de dichas escuelas es fomentar la comunicación entre los padres y madres de distintas familias para que se apoyen entre ellos en su labor como educadores. Son muchos los padres que nos consultan acerca de cómo educar a sus hijos, cómo enseñarles a adquirir hábitos saludables, cómo y cuándo poner límites. 

Nuestro compromiso es con la formación y con el desarrollo de programas de intervención que estimulen el aprendizaje de técnicas y herramientas psicológicas y pedagógicas para una mejora en la comunicación y en las relaciones interpersonales y/o intrafamiliares.

En un estudio realizado por dos profesoras de la Universidad de Salamanca (M. T. Vega y Yolanda D.), ha quedado demostrada la eficacia de este tipo de escuelas ya que logran  que los padres mejoren su valoración como educadores e incrementen sus recursos psicológicos. 

Las Escuelas de Padres son un recurso social que favorece el funcionamiento familiar saludable. Por ello, hemos creado nuestra propia escuela de padres. Aunque, por el momento, sólo consistirá en un aula virtual, a través de la cual  os iremos informando acerca de temas relativos a la educación de los hijos y de cómo favorecer un clima de armonía en la familia que permita el diálogo entre todos sus miembros, esperamos llegue a ser un espacio de encuentro personal en el que poder formar un grupo de padres y madres con inquietudes por mejorar como educadores. 

Estos son algunos de los beneficios que nos aporta la participación en una escuela de padres:    

-Los padres que participan en estos grupos tienen una mejor valoración de ellos mismos. Al contar con una mayor autoestima familiar transmiten con más facilidad sus sentimientos y emociones y son más sensibles a ese tipo de necesidades que presentan los hijos.Estos sentimientos de valía personal y de confianza en sus propias capacidades les permiten crear situaciones que favorecen el apoyo y el diálogo con los hijos.     

-Cuando se forma parte de un grupo, los padres comienzan a darse cuenta de que las dificultades diarias que surgen con sus hijos, son problemas comunes y habituales en toda dinámica familiar y que tienen solución. Normalmente, cuando uno comparte sus preocupaciones, disminuye la gravedad percibida, el carácter amenazante de la situación y permite desarrollar una autoimagen más positiva de sí mismos como padres.   

-La práctica de compartir experiencias con otros progenitores, genera un mayor conocimiento experiencial que nos permite identificar cuáles son las estrategias más efectivas para abordar las demandas y exigencias de los hijos y para anticipar las consecuencias que una u otra actuación podrían llegar a producir.   

-Los padres que se perciben más autoeficaces para afrontar los retos educativos, son los más capacitados para anticiparlos cuando intentan influir en la conducta de sus hijos y, aunque no obtengan los resultados deseados, se sienten recompensados por haberse esforzado intentando hacer las cosas bien. 

Mª Nieves Martínez Hidalgo

Psicóloga Clínica / Psicoterapeuta Acreditada – https://nievesmhidalgo.com

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